Sí, un año. Ni yo lo creo, pero así es, hace un par de semanas que se cumplió un año de este maravilloso viaje haciendo autostop por Europa, el cual me llevó a viajar por Alemania, Suiza, Austria, Eslovenia, Croacia, Montenegro, Albania, Kosovo, Macedonia del Norte , Bulgaria, Rumanía, Serbia y Bosnia y Herzegovina.
Fue una experiencia espectacular, enriquecedora, agotadora, fascinante, llena de incertidumbre, desafiante, de mucho aprendizaje personal e introspección… ¡Uf, tuvo de todo! Son tantos los adjetivos que podría escribir que me faltarían líneas para contarte lo que viví y sentí durante este viaje haciendo dedo por Europa.
Un viaje que me sirvió para darme cuenta que pese a todo lo que se puede ver en los medios, hay mucha gente buena en el mundo. Hay muchas personas que quieren ayudar, que cuando te ven desorientado, se acercan para tenderte una mano. Personas que empatizan y se ponen en tus zapatos por unos minutos para entender lo que estás haciendo y ayudarte a dar el próximo paso.
1. Por qué viajar haciendo autostop por Europa
Siempre quise hacer un viaje largo a dedo. Nunca lo pude hacer antes en Chile, ya que no tenía tiempo.
En esta oportunidad el tiempo no era excusa y la idea de salir a la ruta y viajar por los Balcanes y Europa del Este haciendo dedo, me hacían latir el corazón de emoción. Conocer de una manera diferente países como Montenegro, Croacia (ya había estado antes un par de veces), Kosovo o Serbia, por nombrar algunos, era algo que había estado en mi mente desde hace algún tiempo. Visitar esa parte de Europa, los países de la Ex Yugoslavia y la desconocida Albania, llamaba mucho mi atención.
Además, viajar haciendo autostop era una forma de ahorrar un poco de dinero y viajar más barato. Al viajar de esta forma, el dinero que ahorré en transporte lo destiné para otras cosas del viaje y para compartirlo con otros viajeros y darme algunos «lujitos» en las ciudades que visité.
2. Dificultades de hacer autostop
Fue un viaje maravilloso, pero eso no significa que fue fácil, en lo absoluto. Muchas veces me encontré pensando: ¿Pero que estoy haciendo?, “toma un bus, nadie va a parar”, “ya no estás en edad para andar haciendo esto”, “no soporto más esta mochila, tiraré la mitad de lo que tiene en la próxima ciudad”. Estas cosas y otras más, se cruzaban por mi mente cuando las horas pasaban, el frío abrazaba mi cuerpo o el sol golpeaba mi cabeza mientras nadie paraba y la espera se hacia eterna.
Algunas de las dificultades que pasé viajando de esta forma fue que me tocó dormir en estaciones de buses y gasolineras puesto que nadie paró y quede a medio camino. También tuve que caminar decenas de kilómetros buscando alternativas para seguir el viaje, mientras que en otras ocasiones sufrí con el frío, calor y también hambre, luego de muchas horas de espera en la ruta.
¿Pero por qué no tomar un bus, para terminar con la espera y continuar el viaje? Seguro que te estas preguntando eso. Lo hice, claro que si, no soy un fundamentalista del autostop, pero traté de conducir el viaje a un punto en el que no necesitase de los medios tradicionales para desplazarme. Decidí viajar de esta forma sabiendo lo que me esperaba y no podía cambiar en la primera ocasión en que las cosas no fluyeran según lo deseado. Sabía que no sería fácil y todo lo que mencioné eran situaciones que podían presentarse y las tenía claras. Eran parte del viaje.
Hacer autostop es así, tiene esa incertidumbre que asusta, pero que también motiva. La «incomodidad» que muchos ven al viajar de esta forma para mi era esa chispa de motivación que me llevaba a seguir adelante. Cualquier cosa podía pasar y eso era lo entretenido.
El idioma también en ocasiones fue una complicación. Yo hablo inglés y alemán (estoy aprendiendo), nada más. Pero en los países por los que viajé me levantaron personas con cero, pero cero nivel de inglés. En Albania, Bulgaria, Serbia o Rumanía, por nombrar algunos de los países donde el idioma local es muy dificil de aprender, igual encontré personas dispuestas a darme una mano, a pesar de que con palabras no podiamos entendernos. La buena voluntad era más que suficiente. Al final, este «problema» se transformó en una anécdota más del viaje.
Para tener una mejor llegada con la gente local, siempre tratata de aprender tres frases claves para hacerme entender en el idioma del país que estaba visitando: hola, adios y muchas gracias.
Por último, viajar haciendo autostop, no es una forma de viaje muy popular en estos días, por el contrario, hay muchos prejuicios sobre este estilo de viaje. Incluso mucha gente no la entiende y se enojan cuando ven autoestopistas al lado de la ruta. Te miran feo, mueven la cabeza negativamente o hacen señas con las manos (todo tipo de señas). No a todos les tiene que gustar lo que haces, es verdad, pero no por eso hay que tirar mala onda ¡Tolerancia muchachos!
3. Reflexiones de viajar haciendo autostop
Viajar haciendo autostop me ayudó a conocer los lugares por donde viajé desde otra perspectiva. Sin guías de viaje, sin mapas. A través de los ojos y las experiencias de las personas que me ayudaban en el camino.
Al viajar a dedo tuve la posibilidad de sentarme junto a un abogado, a un periodista, un granjero, un chef, camioneros y hasta policias. Cada uno con una historia diferente, con su propia visión de la vida, con una mirada distinta del país en el que vivían. Cada uno con la misma intención: ayudar y compartir algunos minutos del viaje sin esperar nada a cambio.
Hacer autostop por Europa me permitió romper con mis propios miedos, mis propias fronteras. Tengo que decir que soy una persona bastante tímida e introvertida. Nunca me ha gustado estar en primer plano. Incluso llevar este blog y escribir mis experiencias acá ha sido algo completamente nuevo.
Considerando esto, salir a la carretera a pararse con una mochila, un cartel y en un país en el que apenas podía decir «hola», fue algo super desafiante. Hablar con desconocidos, en otro idioma, en otro país con costumbres diferentes y confiar en ellos, era algo que tenía que aprender si quería llevar el viaje adelante.
Ni te imaginas como estaba cuando salí el primer día a la carretera en Alemania. No podía creer lo que estaba haciendo, pero lo estaba haciendo. Todos los miedos y prejuicios que tenía se esfumaron cuando un señor que estaba tomándose un café en el estacionamiento de la gasolinera donde iba a iniciar el viaje, se ofreció a llevarme sin siquiera haberle preguntado. Fue un golpe de confianza tremendo ¡Ni siquiera tuve que esperar!
Viajar haciendo autostop me permitió, desde el primer minuto de viaje, contar con una historia, con una nueva experiencia. Desde el lugar de inicio hasta el destino final, hay un universo de cosas que pueden pasar, es todo incertidumbre y eso es lo motivante.
La comodidad que hoy se tiene al viajar es incluso un poco «aburrida». La tecnología ha facilitado tanto todo que basta con hacer un par de clicks para saber todo lo que se necesita del lugar que queremos visitar. Viajar haciendo autostop significa volver a recuperar el margen de aventura que el planeamiento excesivo le ha quitado a nuestros viajes. No saber que pasaría, hasta dónde llegaría o donde dormiría era pura aventura para mi.
Esta forma de viajar también me sirvió para romper prejuicios y conocer con mis propios ojos las distintas realidades de los países que visité. ¿No vayas a Albania es peligroso?, ¿Cuidado con la mafia albanesa?, ¿Qué vas hacer allá? Estas son algunas de las cosas que escuché acerca de Albania antes de viajar. Si hubiera hecho caso a estas «recomendaciones» no habría conocido este maravilloso país, uno de los más hospitalarios y con las personas más amigables que he conocido. Ya lo he visitado 3 veces y seguro vuelvo por más.
Viajar a dedo me enseño a confiar más en las personas. Confiar es clave si se quiere viajar de esta forma.
Como se lo dije a un albanés cuando comenzamos a hablar de viajar haciendo autostop y la seguridad: «soy una buena persona y pienso que aquellos que paran, también lo son y lo hacen solo para ayudarme. No tengo miedo. No tendría por qué cruzarme con malas personas». Con esta mentalidad enfrenté cada uno de mis viajes y no tuve problemas.
En todo este tiempo nunca sentí peligro por mí o por mis cosas. Eso sí, siempre estoy alerta a cualquier señal que me parezca fuera de lo normal para evitar malos entendidos y problemas.
4. Hasta cuándo viajaré haciendo autostop
No lo sé. Hasta cuando decida emprender el viaje de otra forma. Como dije antes, no soy un fundamentalista del autostop y si en algún momento decido parar de viajar a dedo, ya sea por comodidad, rapidez o conveniencia, asi lo haré.
Lo importante es viajar.
5. El mapa rutero de un año a dedo por Europa
Cuando terminé de completar el mapa no pude dejar de sentir una satisfacción por todo lo recorrido. Recordé paisajes, anécdotas y personas que fueron parte de cada uno de los viajes. Hasta unas pequeñas lágrimas rodaron por mis mejillas recordando todo lo recorrido. No lo pude evitar.
Cada vez que lo miro siento un orgullo tremendo por lo que me atreví a hacer. Me emociona mirar cada uno de esos puntos, cada una de esas ciudades y todo lo que recorrí. No fue fácil, lo repito, pero fue una experiencia que guardaré para toda la vida.
Si bien la mayor parte del viaje lo realicé a dedo, hubo algunos tramos que tuve que cubrir en bus o ferry, ya que no funcionó el autostop. Un ejemplo de esto fue lo que pasó en la isla de Brac (Croacia). Como nadie paró y habían pocos autos, finalmente decidí tomar el bus local para moverme por la isla.
También hubo otros tramos en los que tuve que caminar varios kilómetros para buscar un mejor lugar para hacer dedo o bien por que nadie paró.
En el mapa encontrarás todo lo que fue este año viajando a dedo: donde paré, cuantas veces paré, la ruta que seguí, cuantos autos necesité, nacionalidades de los conductores, cuando viajé en bus, ferry o las veces que tuve que caminar.
El significado de los íconos es el siguiente:
- La persona caminando indica que en ese lugar inicié el viaje o continué luego de un ride.
- La persona con la mochila indica que desde ese punto caminé al siguiente que se muestra en el mapa. No encontré el mismo ícono, pero se entiende, ¿Verdad?
- El barco indica que tuve que viajar utilizando ferries u otro tipo de barco.
- El bus indica que realicé el viaje de esa forma.
6. Estadística completa país por páis y consejos para viajar a dedo
En este resumen de mi viaje haciendo autostop por Europa, te mostraré los números de lo que fue el viaje desde el inicio en Alemania en julio de 2018, hasta su final en Albania, país en el que en julio de 2019 cumplí un año viajando de esta forma.
Además de números, encontrarás recomendaciones y consejos para viajar a dedo en cada uno de estos países.
6.1 Haciendo autostop en Alemania
En Alemania comenzó este gran viaje y en el siguiente enlace puedes ver lo que fue mi experiencia y algunos consejos que te ayudarán en tu viaje a dedo por este lindo país.
6.2 Haciendo autostop en Suiza – Austria – Eslovenia
Después de Alemania, el viaje continúo por Suiza, Austria y Eslovenia. El viaje por estos países me tomó dos días, incluyendo una noche en una gasolinera de Austria y otra en las afueras de Liubliana.
Haciendo dedo por Suiza, Austria y Eslovenia
6.3 Haciendo autostop por Croacia
Casi tres meses fueron los que pasé viajando a dedo por Croacia, uno de mis países favoritos. En el siguiente post tienes el resumen con todo el detalle.
6.4 Haciendo autostop por Montenegro
En este hermoso y pequeño país de los Balcanes también hice dedo.
6.5 Haciendo dedo por Albania
Un país desconocido, pero que me sorprendió gratamente. Una joya poco explorada en Europa.
6.6 Haciendo dedo por Kosovo
Un viaje corto pero muy interesante a través del país más joven de Europa.
6.7 Haciendo autostop por Macedonia del Norte
Pequeño país, de mucha historia y que también fue parte de Yugoslavia
Haciendo autostop por Macedonia del Norte.
6.8 Haciendo autostop por Bulgaria
Mi segunda vez en Bulgaria fue para viajar a dedo.
Haciendo autostop por Bulgaria.
6.9 Haciendo autostop por Rumania
País de gente cálida y lindos paisajes. Un imperdible de Europa.
Haciendo autostop por Rumania.
6.10 Haciendo autostop por Serbia
Ciudades de buen ambiente y con historia te esperan en Serbia.
6.11 Haciendo autostop en Bosnia y Herzegovina
Lindos paisajes, gente amable, buena comida y una historia reciente que no te dejará indiferente será lo que encontrarás en este hermoso país.
Haciendo autostop por Bosnia y Herzegovina.
Te doy las gracias por tu paciencia, por llegar hasta acá y acompañarme en este viaje. Con el solo hecho de leer el blog ya eres parte de esta aventura. Muchas gracias por los mensajes de apoyo y la buena onda.
Si tienes alguna duda acerca de mi viaje y quieres preguntarme, te espero en los comentarios o en instagram.
Nos vemos en la ruta.
Pato | En Modo Viajero
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