En Portugal empezó todo. Lisboa fue la ciudad elegida para comenzar el viaje ¡mi primer destino europeo! En el país más occidental de Europa, en el país de los navegantes, junto al atlántico comencé a “navegar” por primera vez.
Ahora les cuento como fue mi experiencia en la capital portuguesa, en este, el primer post del blog ¡Bienvenidos!
¿Cómo llegué a Lisboa?
En avión desde Santiago, con una escala previa en Madrid (Barajas).
En Madrid fue donde hice el trámite en migración y obtuve el anhelado sello para el pasaporte. Había leído muchas historias sobre el proceso de ingreso a Europa, algunas no muy alentadoras. Para no correr ningún apuro tenía conmigo todos los documentos necesarios para entrar a la famosa zona Schengen: pasaporte (nuevo), seguro médico, ticket de regreso (aunque no lo use), dinero en efectivo y reserva de hostel. Los llevaba en la mano para presentarlos rápidamente si los pedían. Estaba algo nervioso, lo reconozco.
El trámite fue más expedito de lo que imaginé. El oficial apenas me miró. Solo tomó el pasaporte y puso el sello.
¡Bienvenido a Europa! Ok, eso no lo dijo, pero yo lo sentí así. Un par de horas más tarde estaba, por fin, en Lisboa.
El viaje desde el aeropuerto al centro fue fácil. Tomé el metro hasta la estación Restauradores, la más cercana al hostel donde tenía reserva. No estaba lejos del metro, pero me costó un poco ubicarme y encontrar el camino correcto. El hostel estaba localizado en plena colina de San Roque, junto al Mirador de San Pedro de Alcántara, a solo un par de cuadras de Barrio Alto, el barrio bohemio de Lisboa. Muy buena ubicación.
La vista desde el mirador era fantástica. Se podía ver la Baixa, la colina del Castillo de San Jorge e incluso algo del Rio Tajo.
Tras registrarme y dejar la mochila, tomé la cámara y salí a caminar. El cansancio que sentía después de casi 15 horas de viaje se mezclaba con las ganas y la ansiedad de aprovechar, desde el primer momento, cada minuto en la ciudad. Obviamente no me iba a quedar en el hostel.
El día estaba muy agradable. Era domingo por la tarde y no había mucha gente en las calles. Caminé todo lo que quedaba del día por Chiado y Barrio Alto, dos de las principales zonas de Lisboa.
Chiado es la zona clásica y más elegante del centro. Los edificios revestidos de azulejos son comunes por las calles del lugar. Hay bastante comercio, como también cafeterías y restaurantes. Por otra parte, Barrio Alto es la zona más vibrante y animada de la ciudad. Por el día es bastante tranquilo, pero por la noche se transforma debido a las decenas de bares y restaurantes que reciben a cientos de personas que llegan para divertirse. Hay mucho ambiente y posibilidades para todos los gustos y bolsillos.
Luego de dar unas vueltas entre las estrechas y empedradas calles de la zona, finalicé el día sentado en una banca en el mirador de San Pedro viendo el atardecer, mi primer atardecer en Europa.
La cama que me tocó era la que estaba más arriba en un camarote de tres niveles. Cuando la vi dudé un poco, ya que me imaginé cayendo en medio de la noche. Nunca había estado en un camarote de tres pisos. “Temor de principiante”. Pero no, la cama era firme y muy cómoda. Ideal para recuperar energías luego del viaje y la primera caminata. Esa noche dormí como un bebe.
Al día siguiente me levanté temprano. El desayuno estaba incluido y no lo iba a desaprovechar. Siempre trato de encontrar alojamiento con desayuno para ahorrarme la primera comida del día y guardar alguna fruta o yogurt para la tarde, si es posible.
Con las pilas recargadas, salí con destino hacia la Plaza Luis de Camoes, para participar de un Free Tour en español que encontré para saber un poco más de la historia de Lisboa. El día estaba ideal para caminar, soleado y con buena temperatura. Esta plaza no es cualquier plaza, ya que establece el límite entre Chiado y Barrio Alto. Es el lugar perfecto para comenzar un paseo por toda esta área de la ciudad.
El guía era un español que estaba loco por la ciudad. Había llegado a estudiar, pero le gustó tanto Lisboa que decidió quedarse a vivir en ella. El recorrido fue muy agradable e ilustrativo, él guía sabía mucho y se notaba que disfrutaba hablando de la ciudad que había escogido para vivir. Su ciudad.
Lisboa es una de las capitales más antiguas del mundo y la más antigua de Europa, después de Atenas. Su fundación data de hace al menos 3.000 años. Algo así como 400 años antes que Roma. Es una ciudad con mucha historia, más de lo que imaginaba.
Desde su fundación han pasado por este lugar, a lo largo de la historia, algunas de las civilizaciones más importantes: fenicios, cartagineses, griegos, romanos, bárbaros y musulmanes. Durante las cruzadas, fue conquistada por el Rey Alfonso I de Portugal (año 1147). En el año 1256 pasó a ser la capital del reino portugués desplazando a Coimbra que cumplía el rol hasta esa fecha. Sufrió una guerra civil.
Desde acá también zarparon algunas de las primeras expediciones descubridoras portuguesas transformando la ciudad en uno de los centros comerciales más importantes de la época. Después de un periodo bajo el dominio español, en el año 1640 se independiza de España con la recuperación del reino de Portugal. Pero toda la prosperidad que trajo consigo los años de expediciones se vino abajo luego del terremoto y maremoto de 1755 que derribó gran parte de la ciudad, la cual fue reconstruida por el Marqués de Pombal, quien impulsó un diseño totalmente distinto y acorde a la época.
También estuvo bajo el dominio de la ocupación francesa en manos de Napoleón por un breve periodo.
Todas estas cosas y muchas otras, las escuché durante las casi 3 horas que duró el tour. Fue muy entretenido e interesante.
Como niño con juguete nuevo (mi cámara) seguí caminando por la ciudad, luego del tour. Era feriado (25 de abril, Revolución de los Claveles), y en la Plaza del Rossio había un acto conmemorando esta fecha. Me infiltré entre los asistentes observando el acto y me quedé unos minutos para hacer una pausa. A esa hora ya la necesitaba.
La Plaza del Rossio es el lugar ideal para iniciar un paseo por la Baixa, el corazón del centro histórico de Lisboa. Este lugar fue completamente remodelado después del terremoto de 1755.
Caminé por la calle peatonal Rua Augusta hasta la Plaza del Comercio o Terreiro do Paço. La primera muy turística y con mucho comercio, mientras que la segunda es una gran explanada abierta que da hacia el río. El color amarillo de sus fachadas es muy atractivo. Es una zona de la ciudad muy visitada. Hice una segunda pausa y aproveché de tomar algunas fotos.
El Barrio de la Alfama fue mi siguiente destino. Es uno de los barrios más antiguos de Lisboa, se encuentra a los pies de la colina del Castillo de San Jorge. Caminar por sus callejuelas estrechas y empinadas da la sensación de estar en otra época. La mezcla de olores, colores y sonidos permite remontarse a la Lisboa más auténtica. Perderse un poco por este lugar merece la pena. Muy recomendable.
En la zona más alta está el Mirador de Puertas de Sol, en el cual creo haber estado casi una hora disfrutando de la panorámica, viendo a la gente pasar y escuchando el fado de un músico callejero que había en el lugar. La Alfama es sinónimo de Fado, tradicional música portuguesa. Terminé el día callejeando entre escaleras, miradores, música y ropa tendida.
El camino de vuelta al hostel lo disfruté mucho. Sentía que llevaba años recorriendo esas calles. Todo me parecía familiar. Por un momento me sentí como un lisboeta más.
Los días siguientes me dediqué a disfrutar la ciudad con más calma, sin la ansiedad del primer paseo. Caminé mucho. Caminando conocí un poco más de Barrio Alto y descubrí el Mirador de Santa Catarina, el mirador con más ambiente de la ciudad. Fui dos veces, primero a medio día y luego al atardecer.
Siempre encontré mucha gente. Principalmente jóvenes, músicos y turistas conversando o bebiendo una cerveza. Algunos sentados en los bancos o sencillamente en el suelo. El ambiente era muy relajado, todos compartiendo en buena onda. Sin duda el mejor momento fue al atardecer. Ver terminar el día inmerso en esa atmósfera fue una experiencia inolvidable.
La curiosidad acumulada, que se manifiesta cuando llegas a un lugar en el que no has estado antes, te hace ver las cosas desde otra perspectiva y apreciar de una manera diferente cada nueva calle, edificio, parque o situaciones que se van presentando en el camino, por muy cotidianas que puedan ser para la gente del lugar. Para mí era todo nuevo, pero a la vez cercano. Me sentí acogido por la ciudad, la sentí familiar y eso fue muy importante, ya que era la primera ciudad que visitaba.
No pude haber elegido mejor lugar para comenzar mi aventura.
Lisboa siempre tendrá un lugar especial en mis recuerdos al ser la primera ciudad que visité en Europa. Espero volver para recorrer nuevamente sus calles y colinas, ver sus hermosos atardeceres y disfrutar de sus colores.
En Lisboa comenzó todo.
Qué ver y hacer en Lisboa más información práctica:
- Comer Pastel de Nata (o de Belém): en el barrio de Belém se encuentra la «fábrica dos Pastéis de Belém» donde puedes comprarlos para llevar o comerlos en sus bonitos salones.
- Ya que estás por la zona, aprovecha de visitar la torre de Belém y el Monumento a los Descubrimientos, en la orilla del río Tajo.
- Recorrer la ciudad en tranvía: el más famoso es el 28. Yo no lo ocupé porque caminé, pero dicen que es una gran experiencia.
- Esperar el atardecer desde el mirador de Santa Catarina o San Pedro de Alcántara. Muy recomendable.
- Desde la estación de Rossio salen los trenes hacía Sintra y desde ahí se puede ir en bus hasta Cabo da Roca, el punto más occidental del continente.
- Disfrutar del arte callejero y visitar el Elevador da Bica en Barrio Alto.
- Contemplar la ciudad desde el elevador de Santa Justa.
- Aplicaciones de viaje que utilicé: Maps.me para moverme por la ciudad, Booking para encontrar hostel y XE Currency para revisar el tipo de cambio.
Patricio | En Modo Viajero
Que lindo blog, me encanta viajar es lo mejor de la vida, felicitaciones
Gracias Marisol ! Seguro que si 🙂 Acá podrás encontrar mucha info e inspiración para tus viajes. No te pierdas los próximos posts ! Saludos 🙂
Que maravilla!!, siempre miro tus fotos y me encantan los lugares que has conocido, sin duda una experiencia inolvidable y me imagino miles de historias para contar. Me alegra que lo compartas. Saludos!!
Gracias Marjorie!! Qué bien que te haya gustado, seguiré compartiendo historias 🙂 Saludos !!
Felicidades Patito! Quede pegada viendo las fotos y leyendo todo todo! Me encanto! Sin duda una gran experiencia…gracias por compartirla!! Saludos y bendiciones….
Gracias Karla ! Que bueno que te guste. Muchos saludos y sigue pasando por el blog. Cariños !
Felicidades mi pana pato linda experiencia en Europa y muy bonitas fotos….!!!!
Gracias Galo !! Un abrazo y gracias por pasar por el blog. Saludos !