
Sevilla fue la ciudad donde comencé el viaje por España, el segundo país que visité en esta aventura por Europa.
Un viaje que se anticipó algunos días, ya que decidí adelantar mi visita para buscar un poco de sol y calor. Lamentablemente llovió los 3 días que estuve en Lagos y no hice prácticamente nada. Quede con una espina clavada por no poder disfrutar de sus lindas playas, ya que la idea era pasar una semana por el Algarve. No fue la mejor forma de finalizar el viaje por Portugal, pero ya tengo la excusa perfecta para volver. Ya me desquitaré.
Y así apareció Sevilla en mi camino. Sin planearlo, sin quererlo (al menos no tan pronto).
Te contaré mi experiencia en esta hermosa y encantadora ciudad en las proximas líneas junto con algunas cosas para ver y hacer en Sevilla, la capital de Andalucía.

¿Cómo llegar a Sevilla?
Lo hice en bus desde Lagos en un viaje de casi 7 horas.
Llegué a la ciudad un domingo por la tarde. No había mucha gente por la calle, al menos no cerca de la estación de buses. El clima estaba extraño. Por un lado cielo completamente azul, mientras que por el otro, nubes grises con muy mala cara que me recordaban a las que había en Lagos.
Mi hostel no estaba muy lejos de la estación, por lo cual fui caminando. Había reservado durante el viaje, aprovechando el Wifi del bus.
Mientras esperaba para hacer el check-in, fui a comprar algo para almorzar. Pasta y huevos fue el menú de ese día, como en muchos otros durante el viaje. El típico menú mochilero, lo más práctico y barato.

El hostel estaba muy cerca de la Alameda de Hércules, por lo cual comencé el recorrido por la ciudad desde este lugar. Luego de callejear un poco buscando el camino, logré llegar hasta el inicio de la alameda. Dos columnas con las estatuas de Hércules y Julio Cesar me recibieron y confirmaron que estaba en el lugar correcto.
La Alameda de Hércules es considerado el jardín público más antiguo de España y también de toda Europa. Su origen data del año 1574.
Había familias completas pasando la tarde. Los niños jugaban y corrían libremente por el amplio parque, mientras otros disfrutaban de unas tapas en los bares de alrededor. Se percibía un ambiente muy familiar, relajado, de día domingo. Nada muy turístico.
Creo haber sido el único que andaba con una cámara en mano turisteando.

Crucé el parque lentamente tratando de absorber un poco de la energía que transmitía el lugar. Al llegar a las columnas del otro extremo (son 4 en total), giré y me perdí por una de las calles vecinas.
Fachadas coloridas, pequeños almacenes y balcones adornados con flores se veían entre las estrechas y empedradas calles. También encontré varios graffitis antes de llegar al Arco de la Macarena, uno de los 3 accesos que se conservan de las antiguas murallas de Sevilla. Justo al lado también se puede ver la Basílica de la Macarena.

El clima cambió repentinamente y el cielo se oscureció. Aquellas nubes grises que se veían a lo lejos, ya estaban sobre la ciudad. Alcancé a llegar hasta el Puente de la Barqueta y tomar algunas fotos del río antes de que se pusiera a llover. No hacía frío, pero la lluvia era molesta.
La verdad que estaba un poco desilusionado. Había dejado Portugal a causa de la lluvia de los últimos 3 días y encontrarme con el mismo panorama en Sevilla era lo último que esperaba. Para no mojarme mucho, continué el paseo caminando bajo los árboles del parque que estaba junto al río.
Pocos minutos después la lluvia cesó y volvió el cielo azul. Típico clima primaveral o típico clima de Sevilla. No lo sé.

Después de casi una hora caminando y esperando a que cesara la lluvia (volvió a llover), llegué hasta el casco antiguo de la ciudad. Por las sinuosas y bonitas calles adoquinadas hay decenas de bares, restaurantes, tiendas de recuerdos, cafeterías y también lugares donde dormir. Mucho más turístico en comparación con lo que vi en la Alameda de Hércules.
Todo ese movimiento se debe en gran medida a que en esta zona se encuentran las principales atracciones de Sevilla.
La Catedral de Sevilla y La Giralda son los más importantes de la ciudad, ambos declarados Patrimonio de la Humanidad. La primera es la catedral gótica más grande del mundo, mientras que la segunda es la torre campanario de la catedral. Esta última es una perfecta mezcla de las diferentes culturas que han sido parte de la historia de la ciudad: los dos tercios inferiores corresponden al alminar de la antigua mezquita que había en el lugar, mientras que el tercio superior es de origen cristiano y es una construcción que sirve para albergar las campanas.
En lo más alto, coronando la torre, se alza el Giraldillo.

Quise entrar a la catedral, pero la larga fila que había me hizo desistir. Preferí seguir caminando por los alrededores.
Junto a la catedral hay otros lugares interesantes para visitar como el Real Alcázar de Sevilla (también declarado Patrimonio de la Humanidad), la Plaza Virgen de los Reyes o el Archivo de Indias.
El paseo fue agradable, no había mucha gente. Seguramente la lluvia (sí, otra vez la lluvia) ahuyentó a muchos esa tarde de domingo.
¿Algo bueno de la lluvia? El reflejo de las fachadas en las calles humedecidas. Se veía lindo.

Caminé hasta el río para ver la Torre del Oro (que no es de oro) más de cerca, luego volví al centro. Di un par de vueltas más y regresé al hostel, ya que estaba un poco mojado y quería cambiarme de ropa. No era tiempo para enfermarse.
Ya de vuelta, encontré a otro chileno, Carlos, que también estaba viajando por España. Nos habíamos visto algunas veces en los encuentros de Couchsurfing en Santiago, pero no habíamos hablado nunca. Después de conversar un poco, fuimos por unas tapas a un bar por el barrio de Santa Cruz ¡Qué ricas estaban las tapas!

Al día siguiente salí a recorrer el resto de la ciudad. Un lindo sol me acompañó (al menos por un rato). Crucé todo el centro hasta llegar a la Plaza de España, un enorme edificio construido para la Exposición Iberoamericana de 1929, obra del arquitecto sevillano Aníbal González.
Quede maravillado apenas entré. Es preciosa. Hay bancos que representan a 48 de las 50 provincias españolas, ya que cuando se construyó Islas Canarias tenía solo una provincia. También falta el de Sevilla, ya que se encuentra en otras zonas de la plaza representada. Están hechos de azulejos y tienen mapas e imágenes alusivas a cada provincia.
Tomé fotos y hasta un video grabé de cada uno de ellos. Además, hay un canal por el que se puede navegar, sobre el cual hay 4 bellos puentes adornados con coloridos azulejos. En el centro destaca una gran fuente.
El lugar es espectacular. Estuve más de una hora paseando y tomando fotos. Aluciné.
Traté de visitar el resto del Parque de María Luisa, pero estaba parcialmente cerrado a causa del viento y la lluvia. La lluvia otra vez.

Después crucé por el Puente de los Remedios hasta el Barrio de Triana que, junto con la rivera del río Guadalquivir y el laberinto de callecitas adoquinadas del barrio de Santa Cruz, también fueron parte del recorrido.
Pasé prácticamente todo el día callejeando y tomando fotos: de las nubes, del cielo, de las calles mojadas transformadas en espejos, del río, de los balcones con flores y fachadas coloridas del barrio de Santa Cruz, de los puentes y de la gente corriendo para no mojarse.

Así términó mi viaje por Sevilla. Caminando y empapándome del ambiente que se vive por sus calles y también de la lluvia que se hizo presente durante mi visita.
Una ciudad encantadora. Los dos días que estuve no fueron suficientes. Seguramente nos volveremos a encontrar, espero que sea pronto. Espero que con menos lluvia.
Qué ver y hacer en Sevilla más información práctica
- Si quieres visitar la catedral y La Giralda te recomiendo comprar los tickets con anticipación. Acá lo puedes hacer: entradas Catedral y Giralda.
- Visita la Plaza de España. El acceso es liberado.
- Unas tapas por el Barrio de Santa Cruz o en los alrededores de la Alameda de Hércules tampoco es una mala idea.
- Visitar los Jardines del Alcázar. Mi presupuesto no me lo permitió, pero dicen que es maravilloso.
- Piérdete y disfruta cada rincón del Barrio de Santa Cruz, mi zona preferida, después de la Plaza de España.
- Date una vuelta por la ribera del río Guadalquivir.
- Visita el Metropol Parasol, una gran estructura de madera que se destaca por lo diferente que es al resto de la arquitectura de la ciudad.
- No olvides por ningún motivo, respaldar las fotos del viaje de una forma segura. Ya saben porque se los digo.
- Descubre por ti mismo porque Lonely Planet eligió Sevilla como la mejor ciudad para visitar en 2018
- Aplicaciones de viaje que utilicé: Booking para encontrar hostel, Maps.me para moverme por la ciudad y Bus Radar para buscar bus.
Cuando comencé a escribir este artículo noté que la gran mayoría de las fotos de mi visita a Sevilla las había borrado. Sin quererlo, claro está. Pensé que las había guardado, pero no fue así. Aún no lo creo ¡que tremendo error!
Mirando el lado positivo, ya tengo una buena razón para volver a pasear por las callecita de esta linda ciudad.
Pato | En Modo Viajero