Los días previos al viaje le di muchas vueltas. Iba a ser mi primer gran viaje a dedo en Tailandia y no tenía idea como iba a ser viajar de esta forma en este hermoso país del Sudeste Asiático. Estaba nervioso.
Ese mismo sentimiento lo tuve cuando viajé a dedo por primera vez en Albania, Bulgaria y Rumania, por nombrar algunos países «poco conocidos o convencionales» dentro de la ruta turística tradicional.
Ahora estaba en Asia, en Tailandia y quería intentarlo ¿Por qué no?
A continuación te contaré como fue está experiencia haciendo dedo en Tailandia entre Kanchanaburi y la histórica ciudad de Ayutthaya.
¿Un adelanto? No terminó como esperaba.
Viajando a dedo en Tailandia
Después de visitar la ciudad de Kanchanaburi quería continuar el viaje por Tailandia y el destino elegido fue la histórica ciudad de Ayutthaya, una de las antiguas capitales de Tailandia.
La distancia entre ambas ciudades era de 150 Km. En el mapa, en la teoría, el viaje directo no tendría que demorar más de 3 horas.
Pero como iba a viajar a dedo tenía claro que ese tiempo podría ser hasta el doble.
La noche anterior al viaje revisé el mapa y las rutas posibles. También averigüe como podía hacer el viaje en bus. El clima estaba muy inestable y llovía en cualquier momento, por lo cual necesitaba una alternativa en caso de no poder hacer dedo por la lluvia.
La mañana del viaje me levanté temprano para revisar los últimos detalles. El día estaba ideal para hacer dedo, ya que estaba nublado, aunque con la típica humedad tailandesa y del sudeste que te hace transpirar a cada momento.
Me despedí de las personas del hostal y caminé en dirección a la carretera. No sabía donde iba a comenzar, pero si que tenía que salir de la zona urbana de Kanchanaburi. Después de unos 40 minutos caminando encontré un buen lugar para acomodar las mochilas y comenzar con el viaje.
Los días previos había hecho dedo un par de veces mientras visitaba algunos lugares en las afueras de Kanchanaburi y la recepción de las personas de Tailandia había sido muy buena. A pesar de no poder hablar casi nada, solo un par de palabras en inglés suficientes para explicar donde quería ir y donde me podian dejar, la experiencia había sido muy positiva.
Con ese antecedente me paré con más confianza al lado del camino.
Primero paré el dedo gordo como lo había hecho la mayoría de las veces en todos los países en los que había hecho dedo. Luego me acordé que en Tailandia y en los países de Asia este gesto con la mano no lo conocen. En Asia el gesto que se hace para hacer dedo es el de mover la mano con la palma abierta de arriba a abajo de la misma forma que cuando se quiere hacer parar un taxi o el transporte local.
Probé con ese gesto por un tiempo, pero nadie paraba. Después probé unos minutos con la mano de arriba a bajo y luego con el dedo parado. Al final comencé a hacer un hibrido: dedo parado de arriba a abajo. Ninguno de los gestos funcionaba.
Después de media hora unos chicos en moto cruzaron de la última pista de la carretera para preguntarme dónde queria ir y que estaba haciendo.
Les comenté que quería ir a Ayutthaya y que estaba haciendo dedo. No dudaron en preguntarme si quería ir a la estación de buses, de hecho se ofrecieron a llevarme. Les comenté que seguiría intentando y les agradecí por la ayuda ofrecida.
Luego, de la nada y sin pedirselos, se pusieron a hacer dedo conmigo. Comenzaron a mover la mano de arriba a abajo, la forma asiática de hacer dedo, y también a preguntarle a las personas que pasaban si podían llevarme. Después de unos minutos sin éxito, se acercaron a preguntarme nuevamente si quería ir a la estación, ya que no podían seguir acompañándome. Les agradecí y comenté que seguiría probando.
Conversamos un poco más, con la ayuda del traductor, y luego nos despedimos.
Cuando ya llevaba como una hora esperando paró un chico en una moto. Le comenté que iba en dirección a Ayutthaya y que estaba haciendo dedo. Para mi suerte él también iba en esa dirección así que se ofreció a llevarme por unos kilómetros.
Miré la moto y le pregunté si no había problema en subir con las mochilas. Me dijo «all good» así que me instalé con la mochila chica entremedio de los dos y la mochila grande en mi espalda. Tuve algo de temor por lo que podía pasar debo reconocer.
El chico arrancó fuerte de una. Apenas me dió tiempo para acomodarme el gorro. Después de unos minutos y con la tranquilidad de que el chico conducía bien me relajé y comencé a disfrutar el viaje. Era la primera vez que hacía dedo en moto. Había viajado a dedo en autos, ambulancias, camionetas, camiones y grúas, pero nunca una moto.
Sentir el viento en la cara y contemplar el paisaje lleno de campos de arroz, pequeñas villas, templos y montañas fue hermoso. No podía creer que estaba viajando a dedo en moto, a lo tailandés. Un sueño.
En el camino tuvimos que parar, puesto que se puso a llover muy fuerte. Aguantamos lo que más pudimos, pero nos estábamos mojando mucho. Esperamos como diez minutos en una gasolinera antes de continuar el viaje.
Un par de kilómetros más adelante nos despedimos. Me dejó en un buen lugar para esperar por otro viaje. Había espacio y además algo de sombra que me sirvió mucho, ya que después de la lluvia el sol volvió con un calor insoportable.
Para mi fortuna la espera no fue muy larga, ya que alrededor de 40 minutos después paró una camioneta con una chica a bordo que iba a Suphanburi, ciudad a unos 60 km de distancia de Ayutthaya.
Estaba cada vez más cerca.
La chica era muy simpática. A pesar de la barrera idiomática conversamos bastante mezclando un inglés muy básico y señas de manos. Trataba de explicarme que no entendía como podía estar viajando así. Movía las manos y hacía señas como diciendo «estás loco amigo».
Al llegar a Suphanburi trató de dejarme en la estación de buses, pero le dije que continuaría haciendo dedo. Todavía era temprano y estaba muy cerca de mi destino.
Como no pudo convencerme se desvió de su camino para dejarme en la carretera que iba en dirección a Ayutthaya. Se portó muy bien, fue muy amable.
Comencé de inmediato a hacer dedo para llegar pronto a la ciudad, pero me dió hambre así que fui a un mercado que había a unos cuantos metros de distancia del lugar en el que estaba.
Compré una bolsa de piña picada que me comí mientras caminaba en la búsqueda de de otro lugar para hacer dedo. Estaba caminando y comiendo cuando se puso a llover nuevamente.
Alcancé a resguardarme bajo techo antes de que se pusiera a llover torrencialmente. Mientras miraba como la calle se transformaba lentamente en un rio una señora que me vió pasar con la mochila se acercó para darme una botella de agua. Le agradecí juntando las manos y haciendo una pequeña reverencia con un «kop khun krap», muchas gracias en tailandés. Es muy común agradecer de esa forma en Tailandia.
Media hora después la lluvia paró y salió el sol. Increíble el clima en Julio en Tailandia.
Comencé a caminar de nuevo para salir de la zona urbana donde estaba. No tenia mucha chance de conseguir otro viaje si me quedaba ahí, aunque lo intenté en algunas ocasiones mientras caminaba por la carretera.
Después de más de 40 minutos llegué a una pequeña ciudad donde no había llovido nada. Las calles estaban secas y no habia registro de lluvia como la que me había tocado tan solo unos kilómetros más atrás.
Me instalé frente a una parada de buses para cubrirme en caso de lluvia y, como última opción, tomar el bus a Ayutthaya. Ya se estaba oscureciendo, no pasaban tantos autos y necesitaba una segunda opción para continuar el viaje.
Cuando estaba esperando paró un señor en una camioneta para preguntarme donde iba. Se bajó y comenzamos a conversar, traductor de google de por medio. Lamentablemente no iba en la dirección que iba yo, por lo mismo se puso a revisar el horario de los buses a Ayutthaya, pero ya no pasaban más hasta el día siguiente.
Al despedirnos y antes de subirse al auto me preguntó si tenía número de Tailandia. Se lo mostré, ya que no lo recordaba. Pensé que lo quería para preguntarme más tarde como me había ido con el dedo, pero lo que hizo me dejó sin palabras.
Tomó su celular y con la aplicación de su teléfono cargó el mio con 200 bat. De inmediato comenzaron a llegarme mensajes confirmando la carga y el nuevo saldo. No lo podía creer.
Después de eso se subió al auto para continuar su viaje. Antes de que partiera le agradecí un montón por lo que había hecho. Aunque no pudo llevarme igual quería ayudarme y esa fue la forma que encontró. Y vaya que me ayudo muchó, ya que no tenía más saldo y ahora con internet disponible podía buscar un lugar para dormir o información para continuar el viaje. Ya estaba resignado a pasar la noche en algun lugar de esa pequeña ciudad.
Al rato me di por vencido y fui a buscar algo de comida. No había comido nada desde el desayuno, solo la bolsa de fruta y una leche. Además, estaba cansado de caminar con la mochila.
Cuando estaba parado afuera de un minimarket pensando que comer se acercó una pareja a preguntarme donde iba. Les expliqué como estaba viajando y para donde iba. Nuevamente el traductor ayudó mucho, ya que no hablaban casi nada de inglés, muy poco.
Después de unos minutos de conversación se ofrecieron a llevarme a mi alojamiento, el cual todavía no había reservado, ya que no había encontrado nada. Estaba en una ciudad para nada turística y no habían hostales. Habían un par de hoteles a un precio impagable para mi bolsillo y otros alojamientos tipo cabañas.
La pareja era muy amable y estaban tratando por todos los medios de ayudarme. No tuvieron problemas en ofrecerse para llevarme a unas cabañas que había visto en el mapa. Al llegar al lugar uno de ellos se bajó y pregunto cuáles eran los precios. Estaba bastante caro para mi presupuesto, por lo cual nos fuimos enseguida.
En el auto comencé a buscar otro alojamiento, pero no había nada cercano, todos estaban en Suphanburi. La chica que era la que estaba más pendiente y con la que conversaba por el traductor también estaba mirando lugares. Ambos vimos que no habían más opciones donde estábamos y, nuevamente muy buena onda, se ofrecieron a llevarme hasta Suphanburi. A pesar de que la ciudad no estaba tan lejos, a unos 10 minutos en auto, les pregunté varias veces si no era problema para ellos llevarme hasta ahí. No quería que se desviarán de su camino o se dieran una vuelta innecesaria.
Me dijeron que no me preocupara, ya que ellos vivían en la ciudad e iban en esa dirección. Después de saber eso comencé a conversar con ellos más tránquilo, ya que no los estaba importunando más de la cuenta.
En Suphanburi primero me mostraron donde quedaba la estación de buses e incluso el chico se bajó a preguntar acerca del bus para Ayutthaya. Luego dimos una vuelta más por el centro antes de llegar a mi hotel. Tuve que pagar una habitación de hotel, ya que no habían hostales disponibles.
Nos bajamos juntos y fueron a dejarme hasta la recepción del hotel. Por un momento me sentí como un personaje importante, un VIP, llegando en auto y con acompañantes.
Cuando ya confirmaron que estaba a salvo nos despedimos. Les agradecí muchísimo por toda la ayuda. Por la buena onda y por la paciencia que tuvieron para estar conmigo desde que me encontraron hasta que me dejaron en el alojamiento. Se portaron excelente.
Nos despedimos con una fotografía para el recuerdo de nuestro encuentro, experiencia viajera que atesoraré por siempre.
El viaje a dedo en Tailandia entre Kanchanaburi y Ayutthaya no término como esperaba. No terminó en el destino pensado, pero fue una experiencia de viaje que nunca olvidaré.
Los chicos que se pararon conmigo en la ruta, mi primer viaje en moto haciendo dedo, la botella de agua que me dió la señora cuando esperaba bajo la lluvia, el tremendo gesto del señor que me cargó el celular y por último, la enorme gentileza de la pareja que me ayudó hasta el final llevándome hasta el hotel.
Todos estos ingredientes convirtieron este viaje a dedo por Tailandia en una de las experiencias más memorables que he tenido haciendo dedo por el mundo.
Lo de llegar a destino pasa a segundo plano. Me gusta viajar a dedo para salir de la forma tradicional de viajar y exponerme a nuevas experiencias como las de este viaje. Para no tener todo controlado y darle espacio a las interacciones espontáneas con las personas del país que visito.
Tailandia es el primer país de Asia en el que hago dedo, pero espero poder hacerlo en otras ciudades de este lindo país y en otros países de Asia durante este viaje.
Gracias por leer este relato de lo que fue mi viaje haciendo dedo en Tailandia, un país hermoso que me entregó una gran experiencia para recordar gracias a la amabilidad de su gente. No puedo más que agradecer a todas las personas que me ayudaron en este viaje.
Si tienes alguna pregunta de Tailandia déjame un comentario o escríbeme en mi instagram. Te responderé apenas pueda.
Nos vemos en la ruta.
Pato | En Modo Viajero
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