El viaje haciendo autostop entre Novi Sad y Belgrado en el papel no parecía ser demasiado complicado. Eran solo 82 km de distancia entre ambas ciudades, por lo cual esperaba un viaje rápido y corto. Digo esperaba, porque contra todas mis expectativas, sucedió todo lo contrario.
Qué fue lo que paso en este nuevo viaje haciendo autostop en Serbia, te lo cuento a continuación.
Inicio del viaje de Novi Sad a Belgrado
Después de cuatro días en Novi Sad decidí continuar el viaje hacia la capital de Serbia, Belgrado.
Me gustó Novi Sad. Durante mis estadia hubo varias actividades al aire libre y gratis. Esto último seguro fue debido a que fue nombrada como la Capital Juvenil de Europa para el año 2019.
Además, pude vender mis cosas y conocer lindas personas que se acercaron a conversar conmigo mientras estaba en la plaza principal «traviajando». Lo único malo fue la lluvia que cada día se hizo presente. La primavera estaba muy rara en los Balcanes.
Ahora sigo con el viaje a dedo a Belgrado.
El domingo salí a eso del medio día del hostal en el que estaba. Había salido la noche anterior con unas personas que conocí mientras vendía mis pulseras y me había acostado alrededor de las 2 de la mañana. No tenía prisa y como sabía que la distancia a Belgrado no era mucha, no creí necesario salir tan temprano y por eso aproveché de dormir un poco más.
El mejor lugar para iniciar el viaje era la avenida que conectaba con la carretera principal de Serbia que iba directo a Belgrado. Desde el hostal eran cerca de 30 minutos caminando para llegar ahí. Mi hostel estaba en pleno centro de la ciudad en una muy buena ubicación. No fue necesario tomar ningún tipo de transporte adicional.
Para mi sorpresa al llegar al lugar había un par de personas haciendo autostop. Eran personas de la ciudad, ya que no andaban con mochilas o algo que los identificara como mochileros.
Después de examinar las posibilidades, decidí quedarme junto a una gasolinera que estaba junto a la ruta. Había buen espacio y los autos no pasaban rápido. Los otros autoestopistas estaban más adelante.
Ya instalado con todas mis cosas comencé a esperar, esperar y esperar…
No paraba nadie. No lo podía creer. Contra todas mis expectativas, la espera se tornó cada vez más larga. Había buen tráfico, pero nadie paraba. Solo una familia rumana que iba a Timisoara paró para preguntar donde iba. Hubiese regresado feliz, pero mi destino era otro.
Las otras personas consiguieron viaje rápido. No sé si habrán pagado algo por ello.
Después de dos horas comencé a preocuparme ya que el pronóstico indicaba que por la tarde llovería en Belgrado y hacer dedo con lluvia es muy difícil.
Se acaba la espera: camino a Belgrado ¡Por fin!
Luego de tres horas y algo más, finalmente un auto paró. Era una pareja serbia que venía de pasar el fin de semana en Novi Sad e iban de regreso a Belgrado.
Apenas subí al auto comenzamos a hablar de mi viaje y también del suyo. Luego hablamos de Serbia y de las cosas que podía hacer en Belgrado. El chico sabía mucho de la historia de Serbia y de la ciudad. Me dió recomendaciones sobre comida, música, sitios a visitar, otras ciudades para incluir en el viaje e información práctica sobre la ciudad.
Una de las cosas que me llamó la atención fue cuando dijo que en Belgrado la gente no pagaba por el transporte público. Me dijo que si lo utilizaba no tenía que pagar y si algún controlador se subía que no me preocupará porque no podían hacer nada. Lo encontré curioso, pero lo anoté para tenerlo en cuenta en caso de necesitarlo.
El viaje fue rápido. No había mucho tráfico y la carretera estaba en buenas condiciones. Un par de trabajos en la ruta, pero nada que retrasara demasiado el traslado.
Mientras entrabamos a la ciudad el chico puso en la radio algo de música tradicional serbia. Con esa banda sonora de fondo la pareja me contaba algo de cada uno de los sitios por donde pasabamos: el aeropuerto, el nombre de los barrios de la ciudad y edificios importantes.
Se portaron muy bien. De hecho se desviaron de su destino para dejarme en el centro de la ciudad.
Cuando nos despedimos el chico me dió su email por si necesitaba algo durante mi estadia en la ciudad. Les agradecí a ambos por el viaje y emprendí camino hacia un gran letrero con el nombre de Belgrado en serbio: «Београд». Saqué una foto para el recuerdo y después me fui a caminar al centro para conocer un poco de la ciudad antes de que comenzara a llover.
Fue mi primer paseo en Belgrado. No sabía aún donde pasaría la noche, pero eso era un detalle. Ya estaba en Belgrado y eso era todo lo que me importaba en ese minuto.
En resumen, fue un gran viaje. Por segunda vez logre hacer autostop en Serbia y conocí muy buenas personas que me ayudaron a llegar a destino. La impensada y larga espera fue lo poco bonito, pero es parte del viaje y ya estoy acostumbrado aunque no me guste. Se acepta como parte de la experiencia viajera.
Así es viajar haciendo autostop por Europa. Nunca se sabe que te deparará el camino.
Mapa: haciendo autostop de Novi Sad a Belgrado
Esta fue mi experiencia haciendo autostop a Belgrado desde Novi Sad en Serbia.
Fue un viaje más largo de lo que pensaba, pero fue un gran viaje. Te recuerdo que puedes seguir mi viaje haciendo autostop por Europa en mi Instagram (@enmodoviajero).
Sigamos viajando juntos, ayúdame a compartir mi aventura con tus amigos para que también se pongan En Modo Viajero ¡Muchas gracias!
Pato | En Modo Viajero