Aprendamos a viajar y respetar nuestro planeta

La gran mayoría de las personas viajan, entre otras razones, para visitar y disfrutar de los maravillosos paisajes y lugares que han visto a través de la TV o las redes sociales. Playas paradisiacas, montañas de inmaculada belleza, lagos y rios cristalinos rodeados de bosques y conmovedora naturaleza.

Es lindo, pero de esto ya va quedando cada vez menos por la forma en la que vivimos en la actualidad y el poco respeto que tenemos por la naturaleza.

No puedo quedar ajeno al movimiento mundial que se ha levantado con mucha fuerza, gracias al activismo de Greta Thunberg, esta niña de Suecia que comenzó hace un poco más de un año protestando fuera del parlamento sueco un día viernes con un cartel y el lema «Skolstrejk för klimatet«, que en español sería «huelga escolar por el clima». Acción que a los pocos meses se transformó en un movimiento social a nivel mundial conocido como «Fridays for Future«.

El objetivo es provocar que la clase política y los líderes del mundo tomen conciencia y comiencen a actuar de forma concreta para detener la crisis climática.

Conceptos como cambio Climático, calentamiento global, efecto invernadero, reducción de las emisiones de carbono, por nombrar algunos, han estado por años dando vuelta en los medios y en la lista de temas a discutir en las grandes reuniones de presidentes y autoridades. Se han firmado acuerdos para combatir los efectos del calentamiento global, algunos no los han querido firmar, pero la situación sigue empeorando. Han sido insuficientes.

Ya no queda tiempo, de hecho, se dice que somos la última generación que puede salvar el planeta. Si lees con calma y reflexionas sobre está última frase, suena casi apocalíptica, de película, pero no es así es la realidad, una realidad que a muy pocos parece importarle.

Durante el tiempo que llevo viajando he tenido la oportunidad de conocer lugares maravillosos. Sitios que me han dejado sin palabras y que nunca pensé que iba a poder ver con mis propios ojos. Lamentablemente, en todos ellos he visto como el hombre ha dejado su huella. Viajando a dedo he recorrido y caminado por carreteras y caminos muy poco transitados, en medio de montañas y junto al mar, sin embargo en todos ellos he encontrado basura al lado de la ruta. Desechos que son arrojados por gente inescrupulosa y con cero respeto por la naturaleza, el entorno y ellos mismos, ya que todo este daño se devuelve, se esta devoviendo, directa o indirectamente.

cuidado del planeta
Que rabia me da ver esto.

Cada vez que veo esto no puedo entender, no me cabe en la cabeza, que alguien haga algo así. No cuesta nada, pero nada, guardar los envoltorios, botellas vacias o lo que fuere que ya no se utilice, ya sea en el auto o un bolsillo en la mochila. Esta frase la he visto en muchos lugares: «La basura no vuelve sola, llevala contigo hasta que encuentres un lugar apropiado para dejarla. La naturaleza no la necesita».

Esto es solo un ejemplo del daño que el estilo de vida actual le esta produciendo al planeta. La cultura consumista del «comprar, usar y desechar» esta instalada y la ambición por hacer dinero, sin importar las consecuencias, parece que es lo más importante.

desechos de plástico
No cuesta nada botar la botella donde corresponde. ¿Por qué al río?

Viajando, ya son más de tres años en Europa, he aprendido a valorar cada cosa que poseo, utilizarla al máximo y vivir con poco. Me he dado cuenta que viajar y vivir ligero, liviano de equipaje, es la forma en la que quiero vivir el resto de mis días, ya que de esa forma soy feliz. No necesito cosas materiales y consumir para agregar sentido a mi vida.

Viajar, conocer gente alrededor del mundo, ver nuevos paisajes, recargas energías con un bello atardecer junto al mar y disfrutar de la naturaleza son las cosas que me llenan.

Ya lo asimilé, pero sé que cuesta. Claro que cuesta, si todo el día y a través de los medios de comunicación e internet, vemos publicidad invitandonos a comprar, a adquirir «el último celular», «a comprar lo nuevo, lo que está de moda», «a adelantar las compras en el pre, pre avance de temporada». Todo esto lleva a consumir y consumir sin poner reparos en los efectos que esto produce.

¿Y que tiene que ver esto con viajar?

Mucho. Creo sinceramente que hay que cambiar el concepto actual que la mayoría tiene en mente sobre lo que se trata viajar, para no seguir contribuyendo más al problema.

Viajar ya no debe ser solo coleccionar fotos bonitas, ya que en un tiempo no tan lejano, ya no habrán lugares bonitos donde fotografiarse.

Se me viene a la cabeza la paradisiaca playa en Tailandia, Maya Bay, que fue utilizada para la película «La Playa» protagonizada por Leonardo Di Caprio, la cual tuvo que ser cerrada debido al desastroso efecto del turismo masivo en la flora y fauna de la isla producido por las decenas de personas que visitaban el lugar para «disfrutar» de la belleza natural del lugar y tomarse la «selfie perfecta» en medio del paisaje idilico.

Y asi como pasó con este lugar, está pasando en otros donde el turismo se ha desatado prácticamente sin control. Venecia, Barcelona, Dubrovnik, Machu Picchu, Bali son algunos de los lugares que están sufriendo las consecuencias del turismo de masas y de la ambición del dinero, ya que la autoridades poco y nada hacen para evitar el deterioro de la calidad de vida de sus habitantes.

Es por esto que tenemos que ser concientes del impacto que produce en el medio ambiente y en nuestro entorno todo lo que hacemos en nuestro día a día y cuando viajamos a otro lugar. Los problemas no se quedan en casa, también van contigo de «vacaciones», ya que eres tú el que los provoca.

Turismo de masas
En Kotor, Montenegro, la llegada de los cruceros y el aumento de la población en verano, dejan su huella.

No es facil cambiar de la noche a la mañana, pero hay que intentarlo. Yo lo trato de hacer cada día con pequeñas acciones que he ido incorporando a mi rutina y mi vida viajando.

Todo esfuerzo, por muy pequeño que parezca, cuenta. Aunque pienses que no cambia nada, estarás cambiando algo: tu entorno. Tus amigos, tus colegas, tu familia, tus hijos verán tu ejemplo y lo más seguro es que se animen a seguirlo. Mira que importante son las últimas personas que nombre: «tus hijos». Cambia «tus hijos» por «tus sobrinos» o «los hijos de tus amigos». Ellos son lo más importante y tienen que motivarte más que nada, ya que se estima que a este ritmo de vida, no habrá futuro, no habrá planeta como el que conocemos hasta ahora.

¿De verdad quieres eso para ellos?


Si no crees en esto. Si piensas que es una manipulación mediática, una conspiración, en fin, si no crees que el cambio climático existe, estás en todo tu derecho. Escribí esto, porque he visto el impacto que produce la irresponsabilidad de las personas (basura y desechos por todas partes, consumismo desproporcionado, falta de respeto por la naturaleza y por la gente), durante mi viaje y lo que el turismo de masas está produciendo en algunos lugares. No estoy de acuerdo con ese comportamiento y por eso, desde lo que está a mi alcance, intento cambiar y hacer mejor las cosas.

Yo quiero seguir viajando, vivimos en un planeta maravilloso y hay muchos lugares que quiero visitar y disfrutar tal cual como están ahora y no solo recordarlos por postales.

¡Cuidemos la única gran casa que tenemos!

¿Qué piensas sobre esto? Cuéntame en los comentarios.

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