El Puente Latino de Sarajevo, capital de Bosnia y Herzegovina, es uno de los puentes más importantes de Europa. No lo es por su majestuosa arquitectura, por su tamaño o por la cantidad de autos y personas que transitan por el. Al Puente Latino de Sarajevo la fama, por llamarlo de alguna forma, viene de la mano de un hecho policial que marcó la historia de Europa: el asesinato del archiduque Francisco Fernando de Austria, heredero al trono austrohúngaro, y su esposa Sofía Chotek.
Sarajevo es una ciudad muy linda. Las casas de tejados rojos se mezclan con los árboles de los cerros que rodean la ciudad y que dan paso al valle donde el río Miljacka toma el protagonismo atravesando la ciudad. El paisaje es espectacular y muy llamativo para quienes amamos las ciudades rodeadas de naturaleza.
Precisamente sobre el río Miljacka hay un pequeño puente de piedra que a simple vista no tiene nada de especial. Tal vez es el menos pomposo de los puentes de Sarajevo.
Esta simplicidad esconde una serie de hechos que lo convierten en uno de los puentes con más historia de Bosnia y Europa.
Para empezar, se considera como el puente más antiguo de los que se conservan en Sarajevo, ya que a pesar de que no se sabe la fecha exacta de construcción, hay indicios que indican que ya en el año 1541 había un puente en la zona. Se presume que en principio era de madera, pero que debido a una inundación fue reconstruido en piedra a finales del siglo XVIII.
Pero el acontecimiento histórico que hace tan importante este sencillo puente ocurrió el 28 de junio de 1914 cuando Gavrilo Princip, nacionalista serbio-bosnio, asesinó a tiros al heredero al trono del Imperio austrohúngaro Francisco Fernando y a su esposa la condesa Sofia Chotek, quien estaba embarazada, sentando las bases para el conflicto que comenzaría poco más de un mes después conocido por todos como la Primera Guerra Mundial.
Se dice que este fue el hecho que desencadenó la Primera Guerra Mundial, ya que después del atentado las relaciones entre el Imperio austrohúngaro y Serbia quedaron muy condicionadas. Los días posteriores al atentado ambos países iniciaron una serie de discusiones en torno a la investigación del asesinato sin llegar totalmente a un punto común.
Austria envió un petitorio a Serbia de 10 puntos que incluía entre otras cosas: acabar con la propaganda antiimperialista, prohibir la entrada de armas en Austria-Hungría, detener a todos los conspiradores y dejar entrar a policías y militares de Austria para tomar parte de la investigación del asesinato.
No todos los puntos fueron acatados y Austría-Hungría reaccionó cortando los lazos diplomáticos con Serbia. Días después el Imperio austrohúngaro declaró la guerra a Serbia, lo cual movilizó a los países aliados de cada una de las partes con nuevas declaraciones guerra (Alemania a Rusia, Francia a Alemania, Reino Unido a Alemania, etc.), comenzando así lo que en un inicio fue conocida como la Gran Guerra, pero que hoy en día conocemos como la Primera Guerra Mundial.
Cuando estaba caminado junto al río y llegué al puente fue como volver a los tiempos de la escuela. Recordé las horas en las clases de historia cuando pasábamos horas estudiando estos hechos históricos. En esos años, varios años atrás, nunca hubiese imaginado que iba a estar caminando, que conocería, un lugar tan importante en la historia de Europa y del mundo. Esa experiencia estaba reservada solo para los libros.
El puente pasa casi desapercibido. Si no se conoce la historia detrás, no tiene nada del otro mundo para el ojo del turista común. Ese que si no ve un buen lugar para tomarse una selfie o una foto para las redes sociales, no para más de dos minutos en conocer el lugar en el que está parado.
Yo sentí que había traspasado los libros de historia. Ahora estaba ahí, en el mismo lugar desde donde disparó Gavrilo Princip, sin pensar tal vez, en todo lo que pasaría después. El lugar exacto del disparo está marcado con una placa en una de las paredes del Museo de Sarajevo, justo frente al puente y es fácil de reconocer, ya que siempre hay gente alrededor.
La visita al puente Latino de Sarajevo es una de las cosas que te recomendaría que hicieras en la ciudad porque hay una linda panorámica de los cerros y las casas de alrededor y para que también atravieses la portada de los libros de historia que estudiamos en la escuela y te remontes por un minuto y sientas la energía del lugar en el que comenzó a cambiar la historia de Europa para no volver a ser nunca a como era antes.
Este es uno de los lugares con historia de Sarajevo, ciudad llena de cosas que contar y de una diversidad que pocas ciudades tienen en el mundo.
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Saludos | Pato – En Modo Viajero